Vasquismo
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El vasquismo es una doctrina política nacida y desarrollada en el País Vasco, Navarra y País Vasco Francés y que se caracteriza por la reivindicación política y social de las instituciones y personalidad jurídica propia de las provincias vascas. Muchas veces, el vasquismo se ha equiparado con el nacionalismo vasco, pero no solo los nacionalistas vascos se pueden denominar vasquistas sino que varias organizaciones políticas vascas y navarras se denominan vasquistas sin reivindicar para sí el nacionalismo vasco. Entre ellas están el Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra, Ezker Batua, Batzarre, e incluso algunos sectores más autonomistas del Partido Popular vasco.
Desde elementos moderados del nacionalismo vasco, el vasquismo ha sido definido como un elemento que une, que cohesiona, que funde diferencias. Es el pegamento que sustenta un proyecto común de Euskadi en el que son perfectamente compatibles diferentes formas de ver Euskadi, las nacionalistas y las no nacionalistas.(Arturo Goldarazena Lafuente, Carta abierta a Begoña Errazti).
Goldarazena señala que muchas veces hemos confundido el concepto de vasquidad o de vasquismo con el del nacionalismo, haciendo de forma premeditada una autoidentificación de ambos conceptos, provocando una erosión sobre lo que debería ser el eje central que sustentara la sociedad vasca: el eje vasquista que englobaría a nacionalistas y no nacionalistas y sobre el que pivotara un proyecto de mínimos de País, como lo hace en Catalunya con las principales fuerzas políticas (CIU, PSC-PSOE, IC, ERC).
Por parte del Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra se afirma al respecto que El vasquismo que el socialismo vasco defiende entronca profundamente con las señas de identidad del país. Está libre de cualquier determinación esencialista y/o etnicista de cuño nacionalista. Nuestro vasquismo tiene vocación de superar la dialéctica tradicional entre nacionalistas y no-nacionalistas para vertebrar, desde el post-nacionalismo, un país de identidades plurales y diversos sentimientos de pertenencia, que se expresan a través de la riqueza lingüística del euskera y del castellano.
El socialismo vasco ha pendulado en las últimas décadas pasando de un autonomismo vasco fuertemente españolista (con líderes como Ricardo García Damborenea o José María "Txiki" Benegas) a la apuesta por el vasquismo, fruto de la madurez del socialismo vasco y de la incorporación a sus filas de elementos netamente vasquistas como los afiliados procedentes de Euskadiko Ezkerra o el socialismo guipuzcoano (Jesús Eguiguren u Odon Elorza, como figuras destacadas). Tanto Ramón Jáuregui Atondo como el actual Secretario General Patxi Lopez han apostado por un PSE-EE netamente vasquista a la vez que federal español.
Existe igualmente un vasquismo asociado a elementos abiertamente hostiles al nacionalismo vasco como el caso del Foro de Ermua (organización afín al Partido Popular vasco) cuando afirma respecto su apuesta por un vasquismo que no olvida que el eje de la construcción de España se trazó de norte a sur: nadie nos conquistó, ciertamente, antes bien al contrario. Por ser integrador, es un vasquismo plural. Es un genuino ser “vasco”, que integra sin exclusión: no necesita esconder siglos de historia, ni apellidos del árbol genealógico detrás de ridículas “K” que camuflan complejos. No niega nada, ni excluye a nadie: cabemos todos, trabajando juntos, con lealtad —eso sí, sin mentiras ni trapisondas— con respeto y en libertad. Porque nuestra sociedad no necesita “procesos de pacificación” sino ciudadanos educados en la verdad: porque no hay libertad sin verdad, ni se cultiva la paz entre mentiras. (Por I.C. de C. Redacción "Papeles de Ermua" (Papeles de Ermua Nº2))
[editar] El vasquismo navarro
Capítulo aparate merece el vasquismo navarro. Fernando José Vaquero Oroquieta afirma que históricamente Buena parte de la intelectualidad navarra de finales del siglo XIX, y primeras décadas del XX, era vasquista, culturalmente entendida; pero no políticamente. Ya en el carlismo, y en otros sectores sociales navarros, muchos intelectuales se decantaron por un vasquismo cultural, antesala en algunos casos muy concretos del vasquismo político que con los años cuajó en el Partido Nacionalista Vasco. Por ello, no puede confundirse vasquismo y nacionalismo vasco.
Actualmente en Navarra el vasquismo está identificado casi en su integridad con el nacionalismo vasco, aunque existen fuerzas que, reivindicando el vasquismo navarro, se resisten a denominarse abertzales, como es el caso de Batzarre. Así mismo, existe un sentimiento vasquista desarrollado en sectores de Izquierda Unida de Navarra, e incluso en algunos elementos del Partido Socialista de Navarra y Unión del Pueblo Navarro, pero en estos casos, el vasquismo supone la apuesta por la reivindicación del componente vasco inherente al ser navarro, en materia de cultura, historia y lengua, pero en ningún caso identificándose con el proyecto político de territorialidad del nacionalismo vasco.
Así mismo. existe un conflicto doctrinal al contratar vasquismo con navarrismo. Hay autores y políticos que los consideran términos antagónicos, mientras que otros consideran que existe un vasquismo navarrista o un navarrismo vasquista.
