Sitio de Cartagena de Indias
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Sitio de Cartagena de Indias | |||
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Parte de: Guerra de la oreja de Jenkins | |||
Mapa de las operaciones inglesas en las costas de Nueva Granada. |
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Fecha: Marzo-Mayo de 1741 | |||
Lugar: Cartagena de Indias, Virreinato de Nueva Granada (hoy en Colombia) | |||
Resultado: Victoria decisiva española | |||
Beligerantes | |||
Reino de Gran Bretaña | Reino de España | ||
Comandantes | |||
Edward Vernon Lawrence Washington |
Virrey Sebastián de Eslava Blas de Lezo † |
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Soldados | |||
23.600 ingleses y jamaicanos 4.000 reclutas de Virginia 186 naves |
3.600 hombres 6 naves |
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Bajas | |||
6.000 muertos y 50 naves | 800 muertos y 6 naves | ||
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El sitio o batalla de Cartagena de Indias fue el último episodio, o desenlace, de la Guerra de la oreja de Jenkins, uno de los conflictos armados entre España y Gran Bretaña ocurridos durante el siglo XVIII.
[editar] Antecedentes
En la época, para los ingleses era muy importante disponer de plazas fuertes en tierra firme del Golfo de México, que querían convertir en inglés y en el que ya disponían de algunas islas. No era la primera vez que intentaban poner pie en la costa, atacando ciudades o puertos poco protegidos, algunas veces con éxito momentáneo pero que siempre fueron reconquistados por los españoles. Como fondo de la cuestión estaba el dominio de los mares, que los españoles ostentaban desde hacía siglos y el Reino Unido quería y estaba en camino de obtener.
Dentro de este panorama, los problemas del contrabando y el corso en el Caribe eran corrientes en la época y afectaban por igual a ambas potencias, aunque con ventaja española. Los ingleses reconocen haber capturado 231 buques españoles frente a 331 ingleses capturados por los españoles, hasta septiembre de 1741, mientras que los recuentos españoles hablan de 25 frente a 186, aunque a pesar de la gran discordancia de cifras, ambos recuentos reconocen ventaja para los españoles.
La historia inglesa conoce esta guerra por el nombre de Guerra de la Oreja de Jenkins. Y precisamente uno de los muchos problemas de contrabando, ocurrido en 1738, fue el que dio origen a este curioso nombre, cuando un guardacostas español, al mando del capitán Julio León Fandiño, apresó en el Caribe a un capitán contrabandista inglés, Jenkins, y en castigo le cortó una oreja al tiempo que le decía: Ve y dile a tu Rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve.
En octubre de 1739, tras conocerse el incidente de la oreja, en el Parlamento británico se consideró la frase de Fandiño una ofensa al rey, merecedora de la declaración de guerra a España; es decir, una ocasión más para tratar de conseguir el ansiado predominio de los mares.
[editar] La guerra
En noviembre de 1739, el almirante Sir Edward Vernon, atacó Portobelo en el itsmo de Panamá, escasamente defendido, con éxito (este suceso da nombre a la calle Portobello Road, en Londres) mientras las fuerzas del Comodoro Anson, con el navío Septentrión y dos buques menores acosaba las colonias del Pacífico Sur, como maniobra de distracción, pero sin producir daños apreciables.
Tras ese triunfo inicial, Vernon decidió dar un golpe más importante, para lo que reunió una formidable flota de 186 buques, con 23.600 hombres, armada con 2.000 cañones, que salió desde Port Royal (Jamaica) y llegó a principios de marzo de 1741 a Cartagena de Indias, la ciudad más importante del Caribe, a la que llegaban todas las mercancías del comercio entre España y las Indias. La flota era, probablemente, la más grande jamás reunida (superaba en más de 60 navíos a la Gran Armada de Felipe II).
La ciudad estaba gobernada por el Virrey Sebastián de Eslava, y defendida militarmente por el almirante Blas de Lezo, marino con experiencia en batallar con los ingleses y los piratas africanos, que había demostrado sobradamente sus condiciones como estratega, pero que disponía solamente de unos 3.600 hombres y de una flota de 6 buques. La mayor experiencia de Lezo en batalla produjo entre los ingleses bajas muy grandes, al aprovechar puntualmente cada una de las equivocaciones de Vernon, y al sacar gran partido de la indecisión inglesa en los intentos de desembarco. También causaron numerosas bajas las enfermedades y el hambre que hubieron de sufrir los tripulantes de la flota inglesa al ser inmediatamente repelidos los intentos de aprovisionamiento. La planeada operación de desembarco acabó en un completo desastre para los atacantes, que se retiraron el 20 de mayo de 1741. Habían perdido tantos hombres que, al retirarse, tuvieron que incendiar algunos navíos por falta de tripulantes.
Sin embargo, Vernon había enviado ya mensajes a la Gran Bretaña diciendo que había sido un triunfo, y hasta se llegaron a acuñar medallas en las que se representaba a Lezo de rodillas entregando su espada a Vernon que llegaron a circular por España con gran burla de la gente. En 1742, Vernon, sabedor de la muerte de Lezo, rondó de nuevo Cartagena, pero no se atrevió a atacar.
Los ingleses empezaron a preguntarse cuando volverían los navíos y hombres que faltaban, y se descubrió la verdad, por lo que el rey Jorge II de Inglaterra, avergonzado, prohibió a sus cronistas que hicieran mención alguna de tal suceso. Vernon murió en 1757, repudiado y olvidado por su pueblo.
En conjunto, la guerra reportó escasos éxitos y muchos problemas a Gran Bretaña, ya que al fracaso de Cartagena de Indias se sumaron varias derrotas cuando los ingleses trataron de tomar Florida. No obstante, el contraataque español en la Batalla de Bloody Marsh, en Georgia, pudo ser repelido y por ello los combates finalizaron sin cambios fronterizos en América, por lo que España tampoco obtuvo beneficios importantes, salvo el de prolongar su supremacía militar en América durante algunas décadas más.
[editar] Consecuencias
Como resultado de esta batalla quedó afirmado el dominio español sobre los mares durante 60 años más (que perdería definitivamente en la batalla de Trafalgar) y con él la prolongación de la rivalidad marítima entre españoles, franceses y británicos hasta comienzos del siglo XIX. La Guerra de la oreja de Jenkins se fundiría más tarde en la Guerra de Sucesión Austríaca por lo que Gran Bretaña y España no firmaron la paz hasta el Tratado de Aquisgrán, en 1748.
Es durante este conflicto armado cuando la historiografía anglosajona llama por primera vez "americanos" y no simplemente "colonos" a los residentes británicos en el Nuevo Mundo.