Etnografía de Chile

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La población de Chile es relativamente homogénea, y el grueso de la población es de origen mestizo. A grandes rasgos, sin embargo, su estructura fenotípica esta conformada por un 30% de blancos o caucásicos; 65% de mestizos (en distintos grados de mestizaje, pero, en promedio con un cierto predominio del componente europeo); y 5% de pueblos indígenas (su número se incrementa si se considera como tales a los que físicamente lo parecen). El aporte europeo de la población proviene fundamentalmente de españoles de origen castellano, andaluz y vasco; y en cantidades menores de las diversas inmigraciones ocurridas en Chile, principalmente de alemanes, ingleses, italianos, croatas, palestinos e israelitas, en ese orden. ^[1]

De acuerdo al estudio del Programa de Genética Humana de la Universidad de Chile, se indica que el aporte promedio generalizado de estirpes en Chile, calculada a partir de marcadores nucleares, es de aproximadamente 60% contribución europea y 40% contribución amerindia, dependiendo del estrato socioeconómico [1]. Según Rothhammer (1987/2004), el promedio generalizado de la contribución racial de Chile se halla en 57% europeo y 43% amerindio. [2]

Los pueblos indígenas que participaron del mestizaje chileno fueron principalmente los picunches, seguidos de los diaguitas y los mapuches, y en forma minoritaria por los atacameños, changos, y algunos otros al norte del Maule. Al anexarse Antofagasta y Tarapacá tras la Guerra del Pacífico (1880) se incorporaron aymarás y quechuas. ^[2]. El componente europeo fundamental ha sido el proveniente de España desde los años de la Conquista hasta la actualidad, con aporte genético de inmigrantes croatas en ciudades como Antofagasta y Punta Arenas, ingleses en Santiago y Valparaíso; y alemanes en la Región de los Lagos.

En el componente genético del país existen factores de carácter socioeconómico que han provocado diferencias en la conformación genética, distinguiéndose predominio mestizo pero con diferentes grados de mestizaje dependiendo al nivel social; sectores bajos, medios, y altos. ^[3]

En el norte de Chile el componente genético es muy heterogéneo. En ciudades como La Serena existe un fuerte predominio europeo de carácter español, y en otros lugares, como Antofagasta o Iquique la comunidad croata es una de las más importantes, provocándose poblaciones heterogéneas, que van desde el europeo puro hasta el mestizo con fuerte predominio amerindio (chango o diaguita), en cantidades similares. En zonas rurales del norte, el mestizaje con mayoría amerindia o el amerindio puro son los principales, situados en los sectores anexados a Perú y Bolivia tras la Guerra del Pacífico, correspondientes al extremo norte del país.

En el sur del país existe un mestizaje relativamente parejo en lugares como Puerto Montt (47% blanco) y predominantemente europeo, de origen español, en Concepción (65% blanco) ^[4]. En sectores costeros de la Región de la Araucanía predomina el mestizaje con mayoría mapuche, y aún existen algunas comunidades puramente mapuches. Según el Censo 2002, un 4,6% de la población (692.192 personas) se declaró indígena y perteneciente a uno de los ocho grupos étnicos reconocidos en la legislación vigente —que aún practiquen y hablen sus culturas y lenguas autóctonas-. De estos, el 87,3% se declaró mapuche.

En otros lugares, más al sur, como Valdivia, Llanquihue y Osorno, el componente alemán es significativamente más alto que en el resto del país, debido a las inmigraciones patrocinadas por el gobierno a mediados del siglo XIX.. En el extremo sur, principalmente en la Región de Aysén, en sectores de poco acceso y baja densidad, la mayoría de sus habitantes son personas proveniente del resto del país, Estados Unidos o Europa, siendo básicamente de genes europeos, debido a la ausencia o exterminio de las poblaciones indígenas y a la colonización emprendida durante los últimos años.