Margarita de Saboya
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Margarita de Saboya, prima de Felipe IV de España (III de Portugal), nace durante el reinado de su abuelo materno, Felipe II de España, una de los varios hijos de Carlos Manuel I de Saboya (1562-1630) y la infanta Catalina Micaela de España (1567-1597).
Se casó con Francisco IV, Duque de Mantua (1586-1612) y Montferrat. La boda se celebró en Turín el 19 de febrero de 1608.
En 1612 su marido sucede a su padre Vicente I, Duque de Mantua. Pronto ella enviudó. Su unión había producido algunos niños, pero solamente una hija, Maria, duquesa de Montferrat (1609-60), sobrevivió a la niñez.
Como el matrimonio no tuvo ningún hijo varón sobreviviente, en 1612 el siguiente hermano de Francisco lo sucede en el Ducado. Mientras que el de Montferrat era una herencia disputada, pues había sido históricamente un margraviato, heredable también por las mujeres; de hecho, se había unido a la dinastía principesca de Mantua (los Gonzaga) por la boda de Margherita Paleologa, Margravina de Montferrat, en 1531. Por consiguiente las demandas de la niña María fueron atendidas y la duquesa viuda Margarita fue nombrada regente de Montferrat.
El punto seguía siendo casi discutible - Maria era menor de edad hasta la próxima década - y en última instancia, los hermanos del duque Francisco no pudieron producir ninguna sucesión legítima, la herencia entera se convirtió en causa de la Guerra de Sucesión de Mantua (1627-32).
Casaron a María en 1627 con Carlos, duque de Rethel (1609-31), el hijo mayor del heredero varón de la distante casa de Gonzaga (Carlos I, duque de Mantua, 1580-1637), para unir a dos de los pretendientes a la sucesión de Mantua. Tuvieron que guerrear, pero al fin su línea prevaleció y consiguió el reconocimiento universal como duques de Mantua y de Montferrat.
Tras de la muerte en 1633 de su tía materna, la Archiduquesa Isabel Clara Eugenia, duquesa consorte de Luxemburgo y Virreina de los países bajos, su hermano Victor Amadeo deviene heredero de los derechos de su abuela Isabel de Valois, hija mayor y heredera de Enrique II de Francia y Catalina de Médicis.
Ella tenía lazos ancestrales con Portugal: dos de sus bisabuelas ( Isabel de Portugal y la duquesa Beatriz de Saboya ) eran hijas del rey Manuel I de Portugal. En 1635, su primo Felipe IV de España la nombra Virreina de Portugal.
Tras el fallecimiento del conde de Basto fue nombrada Virreina de Portugal (que formaba entonces una Unión Ibérica con España), a donde viajó el 23 de diciembre de 1634. Para esta nombramiento fueron precisos los esfuerzo de Diego Soares, del Consejo de Portugal en Madrid, valido del Conde-Duque de Olivares y pariente de Miguel de Vasconcelos que, en 1653, fue nombrado secretario de Estado de Portugal.
En la revolución de 1640, tras del asesinato de Miguel de Vasconcelos, la duquesa intentó calmar los ánimos del pueblo, amotinado en la Plaza del Mercado de Lisboa. Al no conseguirlo se encierra en su caurtel general en Lisboa, pero su poder se colapsa. El nuevo gobernador permite que parta para España.
La rebelión portuguesa dura cuatro años, y proclama al duque de Braganza (que poseía derechos al trono) como Juan IV de Portugal
Muere en 1655. Su hija María la sobrevive, con dos nietos, uno su hija Leonor casada con Leopoldo I de Habsburgo y otro el duque reinante de Mantua. A su muerte, ambos nietos la habían dado bisnietos.
