Zoran Djindjić
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Zoran Djindjic, Zoran Ðinđić o Зоран Ђинђић, (*1 de agosto de 1952 - †12 de marzo de 2003) fue primer ministro de Serbia.
Djindjic nació en Bosnia, y comenzó a interesarse por la política siendo estudiante de la Universidad de Belgrado. Como socialista reformista, Djindjic fue encarcelado durante varios meses después de haber intentado establecer, junto con otros estudiantes croatas y eslovenos, una organización estudiantil no comunista. Después de salir de prisión, continuó sus estudios en Alemania con Jürgen Habermas en Fráncfort del Meno. En 1979 obtuvo un doctorado en filosofía por la Universidad de Constanza.
En 1989, Djindjic regresó a Yugoslavia, donde, junto con otros disidentes serbios, fundó el Partido Demócrata. Fue elegido para el Parlamento serbio en 1990. Después de una intensa serie de protestas públicas contra las elecciones manipuladas, Djindjic fue nombrado alcalde de Belgrado en 1996, siendo el primer no comunista alcalde en tomar ese puesto desde la Segunda Guerra Mundial.
Tuvo un papel importante en las elecciones presidenciales de Yugoslavia en septiembre de 2000 y en la caída del régimen de Slobodan Milosevic, y luego lideró la coalición de 18 partidos Oposición Democrática de Serbia, consiguiendo una aplastante victoria en las elecciones serbias en diciembre de 2000. Fue nombrado primer ministro en enero de 2001. Contribuyó de manera decisiva en enviar a Milosevic al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia de la ONU en La Haya.
Djindjic fue asesinado el 12 de marzo de 2003, con un tiro en el pecho y otro en el estómago. Según el gobierno serbio, no estaba consciente y no tenía pulso cuando llegó a la sala de emergencias. Había conseguido no pocas enemistades debido a su talante prooccidental, a sus políticas reformistas que habían visto crecer la tasa de desempleo hasta más del 30%, a haber arrestado a Milosevic y enviarlo a La Haya y por luchar contra el crimen organizado. Milorad Lukovic Legija, un ex comandante de la policía especial fue hallado sospechoso de estar implicado en el asesinato. Tiene relaciones con el poderoso clan Zemun de la mafia serbia, acusada de la muerte de Djindjic.
Natasa Micic, la presidenta en funciones de Serbia, declaró un estado de emergencia inmediatamente después de la matanza. Zoran Živković fue elegido por el Partido Demócrata serbio como el sucesor de Djindjic.
