Valle de Punilla
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El Valle de Punilla se ubica de norte a sur entre los cordones de la Sierra Chica, al este, y las Sierras Grandes al oeste en la provincia de Córdoba, Argentina. Fue un antiguo paso obligado camino hacia las provincias del Cuyo. En la actualidad de gran importancia turística.
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[editar] Ciudades principales
Villa Carlos Paz, Cosquín y La Falda.
También hay poblaciones menos importantes aunque destacadas como centros turísticos, por ejemplo: La Cumbre, Villa Giardino, Los Cocos, Huerta Grande, Valle Hermoso, Cruz del Eje, Capilla del Monte, Tanti y Las Playas entre otras; las cuales se encuentran a lo largo del Valle de Punilla.
La denominación del Valle de Punilla procede del hecho que en éste abundaba el arbusto montano punilla.
[editar] Fauna y flora
La flora autóctona consta de bosques de algarrobo criollo, horco molle (árbol caducifolio que de abril a julio da un amarillento, ocre e incluso dorado a grandes extensiones del paisaje), molle de beber, chañar, mistol (de frutos rojos comestibles usados en Córdoba, el Cuyo y el NOA para dar la yapa (obsequio dado por los comerciantes) a los niños hasta inicios de los años 1960); lapacho (de bella flor roja en primavera), sauces criollos, talas y palmeras llamadas en la zona «coco», así como tunas (higuera chumba o nopal) y pequeñas cactáceas.
La fauna autóctona casi ha sido extinguida en cuanto a las especies mayores a lo largo de los siglos XIX y XX: el jaguar (o «yaguareté» o «tigre americano») ha desaparecido por completo al ser exterminado en la provincia de Córdoba hacia fines de siglo XIX. También han desaparecido los auquénidos (guanacos, llamas) y los cérvidos autóctonos. Es probable que hasta las Sierras de Córdoba y San Luis llegara antes del siglo XVI el tremarctos, u oso de anteojos, (también conocido como oso andino, oso frontino o ucumari), pero se carecen de datos de su existencia en la zona ya en el siglo XIX, lo que también puede decirse de los tapires y pecaríes. Aún se encuentran, aunque muy raramente, el puma, zorros, gatos monteces, comadrejas, cuices o aperéas, escuerzos, ranitas negras con motas naranjas, armadillos y el cóndor entre otros.
Las aves son bastante abundantes, tanto las autóctonas (loros barranqueros, águilas, aguiluchos, caranchos, patos criollos, jotes, diversos colibríes, halcones peregrinos, golondrinas, venteveos, pájaros carpinteros, el martín pescador etc.), así como especies alóctonas (especialmente palomas y gorriones etcétera).
La fauna alóctona es, al menos en el 2005, casi en su totalidad de origen europeo, comenzando por los animales domésticos, semidomésticos y de corral: perros, gatos, caballos, asnos (burros), porcinos, caprinos ("chivitos"), ovinos, gallináceas, palomas y gorriones. En ciertas zonas se encuentran en estado silvestre cérvidos europeos como el colorado y suidos como los jabalíes o "chanchos de monte" y lepóridos como las liebres europeas.
En los ríos y lagos se encuentran pejerreyes, truchas, mojarritas y un curioso pez llamado «vieja del agua».
[editar] Historia
El importante poblamiento de origen europeo que arribó al valle de Punilla desde fines de siglo XIX (aunque el poblamiento europeo se inició en el siglo XVI con los conquistadores españoles), principalmente de origen italiano y español, seguido por alemanes, produjo importantes cambios en el paisaje: beneficiado el valle de Punilla con un excelente clima mesotérmico semejante al mediterráneo, bastante seco aunque con suficiente humedad como para que se desarrollen árboles de gran porte, y siendo bien definidas las cuatro estaciones (en invierno suele nevar en las poblaciones de La Cumbre, Los Cocos, Capilla del Monte y con menor frecuencia en otras localidades, tal como sucede en La Falda), se ha desarrollado una floresta con abundantes especies procedentes de la región holártica, (cipreses, álamos, pinos, cedros, olivos, durazneros, vides, peras, higueras, etcétera) o eucaliptos importados de Australia. Por esta causa, grandes zonas del Valle de Punilla presentan paisajes muy semejantes a los de Italia y España y, en zonas de más altitud, paisajes con apariencias semejantes a las de Europa Central.
El Valle de Punilla se encuentra casi inmediatamente al oeste de la importante ciudad cordobesa: la ciudad de Villa Carlos Paz, prácticamente en la entrada principal del valle, está a sólo unos 40 km de dicha ciudad, comunicadas por una autopista.
Corre a todo lo largo del valle, de sur a norte, una vía FFCC de trocha angosta (1 m) que llega hasta la ciudad de Cruz del Eje (en la salida norte de del valle). Esta vía ferrea fue realizada entre fines del siglo XIX e inicios del XX.
Este valle de Punilla fue el centro de poder del caudillo argentino decimonónico Juan Bautista Bustos.
Abundan los lagos-embalses en este valle, siendo el más conocido el de San Roque, a cuyas orillas se encuentra la citada Carlos Paz. El lago San Roque fue formado con el primer gran dique sudamericano, construido por los ingenieros Bialet Massé y Cassafoust a fines de siglo XIX, quienes utilizaron casi todo el material fabricado en la zona. El embalse cubrió a la antigua iglesia colonial de San Roque, cuyas ruinas se encuentran ahora sumergidas.
[editar] Características
Prácticamente todo el Valle de Punilla coincide con el departamento cordobés homónimo que tiene su capital en la ciudad de Cosquín (diminutivo de Cusco o Cuzco, es decir la forma españolizada de la palabra runa sini kódsko que significa «ombligo».
Aunque el imperio incaico nunca llegó a alcanzar zona alguna de la actual provincia argentina de Córdoba, sí llegó a tener alguna influencia cultural. Cosquín, llamada así por ubicarse en el centro del valle de Punilla, a orillas del río homónimo, en su confluencia con el río Yuspe que procede de agrestes valles menores incluidos en el de Punilla. El río Cosquín, también llamado San Francisco, corre en dirección norte a su por el valle, confluyendo en el lago San Roque, con el río San Antonio que fluye de Sur a Norte, allí ambos originan al Río Primero, llamado en ocasiones Suquía, mientras que los ríos Quilpo y Pinto fluyen en dirección norte hacia la cuenca endorréica de las Salinas Grandes, aportando sus caudales al lago de Cruz del Eje. Por las características 'mediterráneas' del clima, estos ríos suelen llevar escaso caudal durante el estío y "crecer" abruptamente durante las temporadas lluviosas de modo que se vuelven torrencialmente muy caudalosos.
Pocos Kilómetros al Oeste de Carlos Paz se encuentra la Quebrada de los Condoritos núcleo del parque natural nacional cuasi homónimo (véase también Parque Nacional Quebrada del Condorito), si bien este parque tiene la mayor parte de su área incluida en el Valle de Paravachasca .
Los límites occidentales del valle están dados por la Sierra Grande que le separa del Valle de Traslasierra. La Sierra Grande es un sistema orográfico que posee altitudes superiores a los 2.000 msnm (por ejemplo el Cerro de Los Gigantes: 2374 msnm), limitando con el Valle de Traslasierra, por una aún casi virgen región altiplánica de prados montanos y densos palmares que ofrecen un curioso espectáculo en invierno ya que las palmeras son cubiertas por las nevadas. Tal región es denominada Pampa de Achala. En esas zonas existen conos volcánicos extintos como los del Poca y del Boroa.
En cuanto a la Sierra Chica, su cumbre máxima se ubica en el Uritorco, de 1.950 msnm de altura, inmediatamente al oeste de la ciudad de Capilla del Monte.
El relieve hace que los ríos y arroyos de Las Sierras de Córdoba tengan abundantes cascadas (pequeñas aunque muy atractivas) o que sus cursos corran por estrechos cañones no muy profundos aunque sí muy abruptos y de curiosas geoformas, conocidos como «cajones».
Los pobladores suelen realizar artesanías (incluso comidas artesanales): cestos, objetos realizados con palmas y totora, cerámicas, objetos realizados con piedras (incluso piedras semipreciosas), quesos y quesillos de cabra, pan casero horneado en hornos redondos de barro alimentados a leña, pastelitos de hojaldre, empanadas, chorizos, salamines, jamones, alfajores, dulces y arropes de tuna, chañar, licores de peperina, juguetes y muñecos de paño.
Prehispánicamente este valle fue uno de los centros de la etnia henia- kamiare, vulgarmente conocida como 'los comechingones'.
Véase también: