Tormenta ígnea
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Una tormenta ígnea es el movimiento en masa del aire resultante del fuego, creando una ignición de gran intensidad en una amplia área. Es muy comúnmente un fenómeno natural, creado durante un incendio forestal, y muchos de los más grandes de éstos, como el Gran Incendio de Peshtigo, han sido tormentas ígneas. Una tormenta ígnea también puede ser el resultado de explosivos intencionados.
[editar] Mecanismo de las tormentas ígneas
Cuando un área se incendia, el aire que está sobre ésta se vuelve extremadamente caliente y sube rápidamente. El aire frío que se encuentra al nivel del suelo en el área circundante se apresura a ocupar el vacío dejado por el aire en ascenso, creando fuertes vientos que ventilan más las llamas agitándolas y proveyéndolas de más oxígeno. Esto crea una tormenta ígnea que se mantiene sola con temperaturas que llegan a más de 2.000 ºC alimentada por el constante flujo de oxígeno.
Los experimentos con fuegos de prueba han mostrado que las tormentas ígneas pueden crear vórtices de fuego que se mueven rápidamente y pueden distribuir el fuego más allá del área del fuego original. Los vientos en algunos de estos vórtices pueden alcanzar fuerzas tornádicas, efectivamente creando un tornado ígneo. Estos potentes tornados pueden complicar los trabajos de los bomberos que combaten el fuego.
Una tormenta ígnea extremadamente grande puede incluso crear su propio sistema ambiental, extrayendo aire hacia adentro y creando climas parecidos a tormentas eléctricas que tienden a ayudar al extendimiento de las llamas.
[editar] Tormentas ígneas en ciudades
Los mismos principios físicos de la combustión pueden también aplicarse a estructuras creadas por el hombre como las ciudades.
Se cree que las tormentas ígneas han sido parte del mecanismo de grandes fuegos urbanos como el Gran Incendio de Chicago, el Gran Incendio de Roma, el Gran Incendio de Londres, y el fuego resultante del Terremoto de San Francisco de 1906.
Tormentas ígneas fueron también creadas por las redadas de bombardeo de fuego de la Segunda Guerra Mundial en Hamburgo (ver: Operación Gomorra), Dresde (ver: Bombardeo de Dresde), Tokio (ver: Bombardeo de Tokio en la Segunda Guerra Mundial), Kassel (ver: Bombardeo de Kassel en la Segunda Guerra Mundial), Darmstadt, y Stuttgart.
El bombardeo de fuego consistió en soltar grandes cantidades de poderosos explosivos para exponer la madera dentro de los edificios, seguidos por dispositivo incendiarios (palos de fuego) para prenderles fuego y luego más explosivos poderosos para dificultar los esfuerzos de los servicios de bomberos. Se dice que en el Bombardeo de Dresde, las personas se derretían e incendiaban en las condiciones de horno resultantes.
Las armas nucleares tienen también muchas posibilidades de crear tormentas ígneas en áreas urbanas. Éstos fenómenos fueron reponsables de gran parte de la destrucción de Hiroshima y Nagasaki. (Ver efectos de las armas nucleares)
[editar] Referencia
- John Fleck, "Firestorms Get New Spin", The Albuquerque Journal, May 14, 2000.[1]
Véase también: