Cúpula

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Esquema básico de una cúpula.

Construcción de un iglú.

Cúpula en acero y vidrio, Melbourne.

Se denomina cúpula o domo a una cubierta en forma de media esfera u otra parecida, siendo su característica esencial el trabajar sometidas a compresión.

Tradicionalmente las cúpulas se han construido con piedras en forma de cuña, de modo que cada una reposa sobre la siguiente, hasta llegar a la clave. Como en caso de los arcos estas piedras se llaman dovelas. La piedra superior, que cierra la bóveda, se llama clave, puesto que mientras no esté colocada la cúpula no es capaz de sostenerse. También se han construido cúpulas de mortero desde tiempos antiguos, como la del Panteón de Roma.

A veces las cúpulas se terminan mediante un último círculo de piezas que actúa como clave, dejando un hueco que sirve para iluminar. En el citado Panteón, esta abertura está abierta, pero la mayoría de las veces se dispone encima un tambor (pieza cilíndrica con ventanas) y, sobre él, un cupulín.

Al trabajar por compresión se generan empujes horizontales en los apoyos, los cuales se absorben mediante un cinto de acero, aunque en algunos casos, como en el de la cúpula de la catedral de Puebla (México), los españoles inventaron poner uno hecho de tripas de caballo, mucho más elástico y que permite pequeños movimientos para absorber deformaciones producidas por los frecuentes terremotos.

Para pasar de la planta cuadrada que suele tener la sala a la circular de la cúpula se matan los ángulos mediante pechinas o trompas, aunque existen cúpulas de planta cuadrada (Iglesia del Colegio de los Nobles Irlandeses, de Salamanca) que no lo necesitan.