Sitio de Bilbao

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Se denomina sitio de Bilbao a las dos operaciones que se desarrollaron durante la Primera Guerra Carlista en España en el que los tropas cristinas defendieron la ciudad frente al intento carlista de ocuparla.

[editar] Primer sitio

Mujeres huyendo en Guetaria del Sitio de Bilbao

La necesidad de los carlistas de ocupar una ciudad importante durante la guerra, a fin de incrementar su prestigio internacional, debilitar la moral de enemigo y aumentar la propia, les llevó a una reunión en Durango donde se planeó dar cerco a Bilbao. El pretendiente al trono, Carlos María Isidro de Borbón fue el más férreo partidario de la operación, mientras que el general carlista, Tomás de Zumalacárregui se mostró siempre desconfiado por el esfuerzo en armas y tiempo, y los nefastos resultados que podían derivarse de un fracaso. Además, Zumalacárregui pretendía ocupar Vitoria, plaza que le parecía más accesible y se encontraba en el camino de Castilla, espacio por el que sabía se nutrían de refuerzos las tropas leales a María Cristina de Borbón. No obstante, Zumalacárregui obedeció e inició las operaciones militares el 10 de junio de 1835 rodeando la ciudad y tomando diversas poblaciones cercanas como Abando, Banderas y Deusto sin apenas oposición. Tras tomar las zonas altas que rodeaban la ciudad, se cerrraron las salidas y dio comienzo el sitio el 13 de junio tras la negativa de Bilbao a rendirse. A los dos días, desde un puesto de observación carlista haciendo una inspeccion de rutina, Zumalacárregui recibió un disparo en la pierna que, días más tarde, le causó la muerte. Muerto Zumalacárregui, Espartero y Fernández de Córdoba junto a otros jefes y oficiales decidieron el día 30 acudir en auxilio de la ciudad, levantando el cerco el día siguiente sin mayores enfrentamientos.

[editar] Segundo sitio

Convencidos los carlistas de la necesidad de una ciudad importante, el pretendiente ordena de nuevo sitiar la ciudad de Bilbao en octubre de 1836 por sugerencia de uno de los miembros de su Junta, Juan Bautista Erro, convencido de que la debilidad de la causa se vería minorada con esta acción.

El 23 de octubre, cinco batallones y varias compañías más inician las operaciones. La ciudad no queda totalmente sitiada hasta el 2 de noviembre. Durante los nueve días en el que se desarrollaron las maniobras de cerco, los ejércitos leales a Isabel II suministraron material de combate a las fuerzas acantonadas en Bilbao a través del mar, desde Portugalete, con el apoyo de la Legión Auxiliar Británica. Las operaciones se desarrollaron con las mismas tácticas que en 1835 y la dirección por parte del bando carlista la llevó a cabo el general Eguía, que consiguió cerrar el puerto de Bilbao estableciendo un puente de barcas. La ciudad no se rindió y durante dos meses permaneció sitiada y con grave falta de alimentos, lo que obligó a los habitantes a buscar la salida a través de la Ría o de poblaciones como Burceña. Finalmente, Espartero al mando de un cuerpo de ejército se enfrentó al general carlista el 5 de diciembre, pero el 16 fue rechazado. Reorganizadas las fuerzas cristinas, el día de Nochebuena penetran por el río Asua y levantaron el cerco el día de Navidad.