Revolución de los precios
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La revolución de los precios se refiere al proceso inflacionario acontecido en Europa occidental durante la segunda mitad del siglo XV y primera mitad del siglo XVI, a lo largo de 150 años los precios se sextuplicaron (que corresponde a una tasa de inflación media, π = 12%).
La expresión fue acuñada por Earl J. Hamilton en 1934, El tesoro americano y la revolución de los precios en España, 1501-1650.
[editar] Causas de la revolución de precios
Ya en el siglo XVII, Martín de Azpilcueta (1493-1586) (considerado modernamente un miembro de la Escuela de Salamanca) observó la relación entre la alta inflación y la abundancia de metales preciosos, oro y plata procedentes del Nuevo Mundo. Esta explicación de Azpilcueta coincide con la moderna explicación monetarista basada en la ecuación de Cambridge de acuerdo que en la versión de Irving Fisher (1867-1947), la cantidad de dinero circulante M, el nivel de precios P, la velocidad de circulación de dinero V, el número de transacción T mediante la ecuación:
Si se admite que el número de transacciones T es proporcional a la renta nacional o valor económico de las mercancías producidas Y, y que la velocidad de circulación está inversamente relacionada con la inversa de la proporción l de individuos que prefieren mantener su dinero en metálico, la anterior ecuación se convierte en la ecuación de Cambridge tal como fue formulada por Alfred Marshall por primera vez en 1899:
Si aceptamos que l y Y sufrieron sólo variaciones poco importantes durante la revolución de precios, entonces tenemos a medida que aumentaba la cantidad de oro y plata circulante M los precios P tienden a aumentar. Se supone que eso fue lo que pasó durante la revolución de precios, y que el aumento de masa monetaria en forma de metales preciosos llevo al aumento de precios.
[editar] Metales preciosos en circulación
Las cantidades de oro traídas de América contribuyeron menos al aumento de la masa monetaria, que la plata. La plata tenía dos orígenes diferentes:
- De un lado parte de la plata traída de América provenía de Perú de explotaciones como las de la mina Potosí que empezó a ser explotada en grandes cantidades a partir de 1545.
- El centro de Europa, donde la producción de plata se había quintuplicado en el período 1460-1530. Aunque hacia 1610 la producción ya había caído a dos tercios del máximo del periodo anterior.
La plata traída de América tenemos entre 1530 y 1650 se trajeron 11.600 toneladas, es decir, un promedio anual de 96.600 kg/año. En la década 1591-1600 llegaron 2.707.626 kg, lo cual da un promedio de 270.750 kg/año [1]. Aunque esas cantidades son elevadas, comparadas con las cifras actuales de producción de plata actual: México producía anualmente 2,747 millones de kg en 2002, y eso era sólo el 16% de la producción mundial, es decir, en un años e produce en México una cantidad superior a lo extraído durante una década en América. Lo extraído sólo en México actualmente supera a toda la plata traída de América a España. Eso revela la mejora de la productividad del sector minero y la tecnología de extracción en los últimos 4 siglos.
En cuanto al oro, la cantidad extraía a lo largo de todo el siglo XVI fue de 153.561 kg[2], lo que da una producción media anual de 1583 kg. La producción anual máxima pasó por un máximo en torno a 1553 con una productividad anual estimada de 4262 kg. Nuevamente esa cantidad muy importante en el siglo XVI son pequeñas comparadas con las cantidades actuales de oro que están en torno a 2312,6 toneladas (lo extraído por los españoles es apenas un 10% de la producción mundial actual).
[editar] Proceso de aumento de precios
Además del aumento de masa monetaria pueden haberse sumado efectos demográficos en el aumento de precios. Durante el tercer cuarto del siglo XV hubo un crecimiento importante de la población europea, después de un siglo de despoblación siguiendo a la peste negra. El precio de los alimentos crece muy abruptamente durante una epidemia, relajándose posteriormente a medida que la población disminuye y cae la demanda. Simultáneamente los bienes manufacturados tienden a incrementar su precio debido a la reducción de la oferta, al faltar mano de obra.
(continuación)