Radioteatro en Uruguay
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[editar] Inicios
A fines de la década de 1920 las radioemisoras uruguayas transmitían obras de teatro en auditorios de Montevideo. En 1930 se formaron los primeros elencos radioteatrales dirigidos por Concepción Olana (CX 20) y el matrimonio Pedro Becco y Teresa Lacanau (CX 30), quiénes interpretaron grandes éxitos de la Literatura Universal. El Radioteatro propiamente dicho surgió en 1934 por iniciativa de Heraclio Sena, con la creación de Las Aventuras de Carlos Norton (CX 22 radio Fada) basado en historias policiales, Brochazos Camperos (1935, CX 14 radio El Espectador) y La Querencia, fueron los primeros éxitos radioteatrales.
[editar] Consolidación
Este género episódico denominado radioteatro provocó furor en la sociedad uruguaya de las décadas de 1940 y 1950. A medida que las interpretaciones radiales lograban aceptación se conformaron las compañías de Isolina Núñez, Manuel Collado, Josefina Díaz, Julio Alassio y Blanca Burgueño, entre otros. Con el género episódico surgió la figura del libretista, entre los que destacaron Mario Rivero y Tomás Valenzuela. Rivero creó a personajes de gran éxito como Casimiro Parola y Juancito Sangredulce. Valenzuela escribió para Trampolín de Panoramas dirigido por Tristán Narvaja (1935, CX 42) y El Hijo de las Sombras (1935). El radioteatro evolucionó en sus temas: desde historias gauchescas en El Matrero de la Luz (1935, CX 22) al suspenso de Ojos Celestes (1941, CX 12) y exitosas historias de amor como Rosa de Abolengo (1949, CX 16). En octubre de 1945 se emitía un promedio de nueve episodios por día entre las 10 y las 22 horas. El género episódico aseguró el éxito a varios ciclos, entre ellos el Teatro de la Imaginación (1945, CX 14), El Teatro de los Sábados (1953 - 1957, CX 14) protagonizado por Juan Casanouvas y Violeta Ortiz. Teatro Palmolive del Aire y Teatro Óptimo de los Domingos (1955, CX 14) dirigidos por Carlos Tolve y elenco integrado por Carmen Darling, Mela Paz, Diana Loy, Elsa Guiró, entre otros.
[editar] Final
A mediados de la década de 1970 los grandes elencos del radioteatro empezaron a desintegrarse y emigraron hacia la televisión. Los últimos radioteatros fueron dirigidos por Walter Di Leva, Lúver Salcedo y su esposa Lilián Olhagaray.
