Nadie conoce a nadie

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Nadie conoce a nadie

Título	Nadie conoce a nadie
Ficha técnica
Dirección	Mateo Gil [[{{{dirección2}}}]] [[{{{dirección3}}}]] [[{{{dirección4}}}]]
Ayudante de dirección	{{{ayudantedirección}}}
Dirección artística	{{{dirección artística}}}
Producción	Sogetel Maestranza Films
Diseño de producción	{{{diseño producción}}}
Guión	Mateo Gil, basándose en el libro de Juan Bonilla
Música	Alejandro Amenábar
Sonido	{{{sonido}}}
Editor	{{{editor}}}
Fotografía	Javier Salmones
Montaje	{{{montaje}}}
Escenografía	{{{escenografía}}}
Vestuario	{{{vestuario}}}
Maquillaje	{{{maquillaje}}}
Peluquería	{{{peluquería}}}
Efectos especiales	{{{efectos}}}
Reparto	Eduardo Noriega (Simón) Jordi Mollà (Sapo) Natalia Verbeke (María) Paz Vega (Ariadna)
Datos y cifras
País(es)	España
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Año	1999
Género	Thriller
Duración	108 minutos
Clasificación	{{{clasificación}}}
Compañías
Productora	[[{{{productora}}}]]
Distribución	{{{distribución}}}
Presupuesto	{{{presupuesto}}}
Ficha en IMDb

Nadie conoce a nadie es una película española basada en la novela homónima escrita por Juan Bonilla. Con una repercusión aceptable, volvió a ser noticia en la Semana Santa sevillana del año siguiente, cuando se produjeron estampidas incontroladas que alguien achacó a la influencia de la película, aunque no se pudo demostrar nada.

[editar] Premios

2000: Ganó el premio Goya a los mejores efectos especiales.

[editar] Argumento

Simón, un aspirante a escritor frustrado que se dedica a escribir crucigramas para un periódico, recibe un misterioso encargo: debe incluir la palabra Adversario el próximo Domingo de Ramos en su crucigrama, bajo amenaza.

Tras acceder a este chantaje, Simón ve como se suceden una serie de catástrofes que le hacen sospechar de su compañero de piso, Sapo, distanciarse de su novia, Ariadna, y buscar la ayuda de María, una compañera del periódico, para investigar estos extraños sucesos. Todo esto ocurre con la ciudad de Sevilla como telón de fondo y durante la Semana Santa más multitudinaria de España, lo que contribuye a la confusión con nazarenos con pistolas láser, juegos de rol en el recinto de la Expo 92 y acusaciones que acaban inculpando al propio Simón de los crímenes cometidos.