Expiación (religión)
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La expiación es aquella forma de satisfacción por la culpa del pecado en la que el culpable queda absuelto al cargar con su pena un tercero.
Tabla de contenidos |
[editar] EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
[editar] INTRODUCCIÓN
[editar] La expiación es un medio para justificar al transgresor
Toda religión pretende dos cosas:
- Relacionarse con lo sobrenatural
- Borrar la culpa de la conciencia y ganarse el favor con Dios.
Las malas acciones generalmente son un obstáculo para alcanzar la divinidad, por lo que el hombre necesita justificarse o quedar limpio y absuelto de culpa. La justificación se obtiene de dos maneras: a) Métodos punitivos o de castigo directo. Se realizan mediante el sufrimiento físico o moral de la persona que ha pecado. b) Métodos expiatorios o sustitutorios. Se obtiene ofreciendo una ofrenda o sacrificio.
[editar] Importancia de su estudio en el Antiguo Testamento
¿Por qué estudiar el tema de la expiación y los sacrificios en el AT? Porque es una clave para entender la muerte de Jesucristo. Muchos teólogos y pensadores han intentado explicar dicha muerte, pero toda exposición que excluya su dimensión expiatoria es anti-bíblica. Dado que la muerte de Cristo en el Calvario se describe con vocablos tomados de la tradición judía veterotestamentaria un más profundo conocimiento de ellos nos proporcionarán herramientas para poder elaborar una cristología mejor fundamentada. En el AT, los sacrificios y el sistema de culto en general debe verse desde una óptica profética que señala el sacrificio y adoración perfectos. También nos permite ver un ejemplo de religión con su sistema de justificación propio. El judaísmo es una religión con un sistema mixto de justificación: a) Un caso de justificación punitiva: Éxodo 21:12 «El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá» b) Un caso de justificación expiatoria: Levítico 16:6 «Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa»
[editar] EL ORIGEN DEL SACRIFICIO
[editar] Previsto en el cielo
El sacrificio de Cristo no fue un invento de Dios de última hora debido al pecado del hombre; ya desde la eternidad estaba previsto. Esta gran verdad es apoyada por las Sagradas Escrituras en pasajes como Apocalipsis 13:8 Cordero, que fue inmolado desde el principio del mundo 1 Pedro 1:20 Ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los últimos tiempos por amor de vosotros.
[editar] Instituido en la tierra
La institución del remedio perfecto no lo hizo Dios inmediatamente en la historia, porque Dios es un gran pedagogo que respeta las posibilidades del hombre y quiere su crecimiento. Se preparó mediante figuras en los sacrificios animales, tanto en los primeros pactos como en el Sinaítico. Cuando Dios vistió a Adán y Eva con pieles se presupone un sacrificio. Desde ahí los sacrificios son recurrentes en el pueblo de Dios como método de justificación expiatoria. En el sacrificio de un animal vemos a una criatura inocente que muere con el objeto de que la culpabilidad quede cubierta. Ese es el objeto principal del sacrificio, una cubierta divinamente proporcionada para la conciencia culpable.
[editar] LA NATURALEZA DEL SACRIFICIO
La institución original y primigenia del sacrificio por Dios explica el por qué de la universalidad del sacrificio entre los paganos. Este lleva dos ideas germinales correctas:
- Es un acto de adoración
- Es justificación expiatoria.
Sin embargo, muchas veces, entre las naciones, se perdió de vista al verdadero Dios y se empezó a adorar al sacrificio y a divinizar el animal sacrificado. Cuando la oscuridad espiritual se cernió sobre las naciones tras el Diluvio, a pesar del castigo, Dios continuó su proyecto salvador en el mundo por medio de Abraham. Fue constituido justo por la fe en sus promesas. En el monte Sinaí, Israel fue separado de las demás naciones para ser hecho una nación santa. Para dirigirlos a la santidad se les dio un código de leyes para gobernar su vida moral, nacional y cultual. Entre ellas figuraban las leyes del sacrificio. Los sacrificios mosaicos fueron medios mediante los cuales los israelitas cumplían con su obligación principal hacia el Hacedor, es decir, la adoración. Se ofrecía esos sacrificios con el objeto de alcanzar la comunión con Dios, y remover los obstáculos para la misma.
[editar] LA EXPIACIÓN EN EL NUEVO TESTAMENTO
PROLEGÓMENOS DE LA JUSTIFICACIÓN «He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» Evangelio de Juan 1:29
[editar] LA VERDAD DE LA EXPIACIÓN SACRIFICIAL DE CRISTO
Cristo con carácter expiatorio fue previsto ya desde la eternidad, anunciado proféticamente para nosotros en el culto ritual del AT y consumado en la cruz del Calvario. Algunos teólogos de la escuela liberal sostienen que la muerte de Cristo fue algo imprevisible para él, que luego se reinterpretó desde la primera teología cristiana; de este modo se opone la verdad histórica a la verdad teológica. Pero si no quitamos ni un ápice de la autoridad de la Biblia llegamos a la conclusión de que el Señor Jesucristo era consciente de que su sufrimiento y muerte final eran parte de su llamado. Muchas veces durante el curso de su ministerio el Señor se refirió en forma velada y figurada a la forma de su muerte futura, pero poco a poco les fue manifestando a sus discípulos con toda claridad que debía sufrir y morir: Evangelio de Marcos 9:12 y 10:32-34. Ahora bien, la naturaleza expiatoria de su muerte está claramente explicitada en varios pasajes bíblicos, como muestra el siguiente versículo: Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos, Evangelio de Marcos 10:45. Su muerte fue redención para nosotros pagando un precio (como era la redención de esclavos): esto, tomado del mundo civil, en el hecho religioso se denomina expiación. También nuestro versículo de cabecera ( Jn 1:29) es excelente para ilustrar dicha verdad.
[editar] LA NECESIDAD DE LA EXPIACIÓN PARA EL PECADOR
Tal necesidad se desprende de dos hechos:
1.La santidad del Dios demanda santidad del hombre. 2.El carácter pecaminoso del hombre incapaz de ser justo.
La reacción de la santidad de Dios contra el carácter pecaminoso del hombre es conocida como ira de Dios la cual se aplaca por el sacrificio expiatorio. Así, los puntos básicos de nuestra exposición serán los siguientes: Santidad, pecado, ira y expiación. De este modo ya estaremos en el umbral mismo del tema de la salvación, pues hemos de tener en cuenta que el tema de la expiación es preparación para el de la salvación.
[editar] Santidad
Dios es santo, lo que implica que como ser personal no sólo es moral, sino la moralidad misma. Y él quiere para el hombre que también se ajuste a las leyes de la moralidad para hacer posible su relación con Dios.
[editar] Pecado
La relación entre el hombre y Dios está rota por el pecado. La expiación de Jesucristo pretende justificar al hombre y acercarlo a Él, porque por sus fuerzas no puede hacerlo.
[editar] Ira
El pecado es esencialmente un ataque contra el honor y la santidad de Dios: Epístola a los Romanos 1:18. La ira de Dios no es injusta ni sin razón: porque es santo, está en contra de todo tipo de pecado; porque es bueno, se opone al mal. Supongamos que un perro ataca a un hijo nuestro. ¿Qué clase de emoción o sentimiento experimentaríamos hacia el perro? ¿Nos quedaríamos con los brazos cruzados y sonriendo mientras el perro despedaza al hijo que tanto amamos? ¿Estaría mal o bien que te encolerizases con el perro y defendieses a tu hijo? El pecado destruye al pecador. Dios, que nos ama, no quiere que nos destruya. Su misma bondad reacciona contra aquellas cosas que destruyen a sus hijos.
[editar] Expiación
Un Dios justo y bueno ofrece a sus criaturas la recompensa que merecen por lo que hacen: es el principio de la retribución que opera en el mundo moral. Las buenas obras son recompensadas, las malas, castigadas. La primera parte de la epístola a los romanos expone la necesidad universal de la justicia de Dios, pues todos son pecadores y están sujetos a la separación de Dios y a la condenación (sus malas obras son castigadas). Surge el siguiente interrogante: si somos pecadores, ¿cómo, pues, podremos ser declarados inocentes y ser librados del castigo eterno? ¿Cómo puede Dios perdonar a los pecadores cuando la justicia pide su castigo? Por ser Dios santo debe condenar al pecador; pero por ser misericordioso debe perdonarlo y traerlo a su amistad porque no quiere que sus criaturas sean destruidas: tal es el dilema que presenta Pablo y cuya resolución ofrece en Epístola a los Romanos 3:24-26.
Hay, sin embargo, dos ERRORES que hemos de evitar: 1) La expiación no es posible. Se niega que haya alguna ayuda sobrenatural del hombre, de forma que esté a merced de sus propias fuerzas o, peor aún, dirigido por algún fatalismo. Puede ocurrir porque se niegue a Dios o que Cristo sea Dios, o en los sistemas deístas o por un Dios que es sólo justicia; en fin, múltiples ideologías pueden estar como base de este pensamiento. 2) La expiación es innecesaria. El hombre se salva por sus propias fuerzas (pelagianismo) o por la bondad de Dios (origenismo).
Los dos errores a que nos hemos referido son errores relativos a dos verdades con respecto al carácter de Dios. La primera recalca sobremanera su justicia, excluyendo la gracia; la segunda recalca su gracia, excluyendo la justicia. La expiación tiene en cuenta ambos atributos de Dios. Al tratar con el pecado, Dios necesita demostrar su gracia, porque no desea la muerte del pecador; pero al perdonar el pecado necesita revelar su justicia, porque la estabilidad misma del universo depende de la soberanía y perfección de Dios.
[editar] LA NATURALEZA DE LA EXPIACIÓN SACRIFICIAL DE CRISTO
Que Cristo murió en la cruz expresa la verdad histórica de la crucifixión; que lo fue para perdonar nuestros pecados, la verdad teológica. Hemos dicho más arriba que la brecha profundísima entre el hombre y Dios se debe a la Santidad infinita de Dios que no puede relacionarse con el hombre encadenado al poder del pecado y que además produce un tremendo disgusto en el Creador que la Biblia denomina como ira. El hombre por sus fuerzas no puede acercarse a Dios y Dios no puede acercarse al hombre por la brecha abierta debido al pecado original. La condena es la muerte, pero si algún otro muriese por el hombre, el hombre podría ser perdonado. El sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz provee al hombre de las condiciones legales a las que acogerse para ser justificado. Previamente, el Espíritu Santo realiza la obra de la convicción de manera que el hombre se convenza de que es pecador y crea que acogerse al instrumento legal que Dios mismo le ofrece va a cambiar su vida.
[editar] Puntos Adicionales que Pueden Ayudar a Comprender la Expiación
- El sufrimiento de Jesucristo comenzó en el Jardín de Getsemaní, donde su oración a su Padre Celestial tuvo que ver con el sufrimiento infinito que tomó sobre sí. (Mateo 26:36, 39; Mar. 14:32; Juan 18:1)
- Tomará sobre sí los dolores y las enfermedades de su pueblo...para que sus entrañas sean llenas de misericordia, (y)... sepa cómo socorrer a los de su pueblo, de acuerdo con las enfermedades de ellos. (Libro de Mormón |Alma 7:11-12)
- Y el Mesías vendrá... a fin de redimir a los hijos de los hombres de la caída... Así pues, los hombres son libres según la carne; y les son dadas todas las cosas que para ellos son propias. Y son libres para escoger la libertad y la vida eterna, por medio del gran Mediador de todos los hombres, o escoger la cautividad y la muerte, según la cautividad y el poder del diablo; pues él busca que todos los hombres sean miserables como él. (Libro de Mormón |2 Nefi 2:26-27)
- Por medio de la expiación y la resurrección de Cristo, todos los seres mortales recibirán su propia resurrección, como parte del plan de misericordia de Dios.
