Carlota de Prusia (Alejandra Feodorovna)
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Carlota de Prusia (Federica Luisa Carlota Guillermina), (13 de julio de 1798 - 1 de noviembre de 1860), fue como Alejandra Feodorovna la esposa y emperatriz de Nicolás I de Rusia.
Carlota fue el cuarto descendiente de Federico Guillermo III, rey de Prusia y la reina Luisa de Mecklenburgo-Strelitz, siendo así la zarina de más notable estirpe en comparación con las demás emperatrices, que pertenecían a la aristocracia rusa o eran princesas alemanas de menor categoría, con la relativa excepción de María Feodorvna (Dagmar de Dinamarca), que era hija del rey danés Cristián IX y hermana de Alejandra de Dinamarca, luego reina de Inglaterra como consorte de Eduardo VII .
En 1817 Carlota casó con su primo en segundo grado el gran duque Nicolás Pavlovich y trás su conversión a la ortodoxia tomó el nombre de Alejandra Feodorovna. Tendría siete hijos:
- Alejandro Nicolaievich, zarevich y luego Alejandro II (1818-1881). Casó primero con María de Hesse (María Alexandrovna) y luego, morgánicamente con la princesa Catalina Dolgoruki.
- María Nicolaievna (1819-1876). Casada con Maximiliano de Beauharnais, duque de Leuchtenberg (hijo de Eugenio de Beauharnais), cuyo matrimonio fue aceptado como válido por su padre. La descendencia de esta pareja fue confirmada como teniendo derechos de sucesión al trono ruso, y vivieron mayormente en San Petersburgo. Luego casaría con el conde Gregorio Stroganov.
- Olga Nicolaievna (1822-1892). Casada con Carlos I de Württemberg en 1846. Sin descendencia.
- Alejandra Nicolaievna (1825-1844).
- Constantino Nicolaiev (1827-1892). Casado con Alejandra Josifovna (nacida como princesa de Sajonia-Altenburgo) y tuvo descedencia.
- Nicolás Nicolaievich (1831-1891). Casó con su sobrina en segundo grado, Alejandra Petrovna (nacida princesa de Oldenburgo) y tuvo descendecia.
- Miguel Nicolaeievich (1832-1909). Casado con Olga Feodorvna (Cecilia de Baden) y tuvo descedencia.
Alejandra Feodorvna se convirtió en emperatriz de Rusia tras la ascención de su esposo en 1825, enviudando en 1855. Tuvó durante su vida una reputación de mujer hogareña, leal y que no se entrometió en política.
