Concierto de Aranjuez
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El Concierto de Aranjuez es probablemente la obra más conocida de Joaquín Rodrigo, uno de los compositores españoles más famosos de la post-guerra. Escrito a principios de 1939 en París, en un ambiente tenso por las últimas etapas de la Guerra civil española y la incipiente Segunda guerra mundial, se trata de la primera obra escrita por Rodrigo para guitarra y orquesta. La instrumentación es única: rara vez el sonido de la guitarra se confronta a toda una orquesta. Sin embargo, la guitarra no queda nunca diluida, sino que el solo del instrumento destaca en todo momento. El momento del estreno fue el 9 de noviembre 1940 y su ejecutor fue el guitarrista Regino Sáinz de la Maza acompañado de la Orquesta Filarmónica de Barcelona dirigida por César Mendoza Lasalle en el Palau de la Música Catalana de Barcelona.
Este concierto está dividido en tres movimientos, Allegro con spirito, Adagio y Allegro gentile. Es sin embargo el segundo movimiento el más conocido, y además el que proporciona material temático para otra composición, Aranjuez, Mon Amour del cantante francés Richard Antony. El tercer movimiento es mixto, en el sentido de que mezcla ritmos de 2/4 y 3/4.
Inspirado por y escrito en los jardines del Palacio Real de Aranjuez, la residencia primaveral del rey Felipe II en la segunda mitad del siglo XVI, y posteriormente reconstruido a mediados del siglo XVIII por Fernando VI. La obra intenta transportar al oyente a los sonidos de la naturaleza de otro lugar y otro tiempo.
Según el compositor, el primer movimiento está "animado por un espíritu rítmico y un vigor sin ninguno de los dos temas... interrumpiendo su implacable ritmo". El segundo movimiento "representa un diálogo entre la guitarra y los instrumentos de solo, mientras que el último movimiento "recuerda un baile formal en el que la combinación de un ritmo doble y triple mantiene un tempo tenso próximo a la barra próxima". Él describe el concierto como la captura de "la fragancia de magnolias, el canto de los pájaros y el chorro de las fuentes" de los jardines de Aranjuez.
Rodrigo, ciego desde los tres años de edad, fue un pianista y no tocaba la guitarra. Sin embargo, supo captar el espíritu de la diversidad de la guitarra española.
Un gran número de músicos ha reinterpretado la obra, incluyendo a Miles Davis. En el álbum Sketches of Spain, Davis testifica: "Esa melodía es tan fuerte que cuanto más suave se toque, más fuerte se vuelve, y cuanto más fuerte se toque, más débil se vuelve".
Según un estudio publicado por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en julio de 2005, el Concierto de Aranjuez es la pieza musical española que más gusta en Japón.
[editar] Adagio: Diálogo con Dios
La obra fue compuesta en una época en la que el maestro Rodrigo y su mujer -Victoria Kamhi, una joven pianista turca- atravesaban los peores momentos de sus vidas, los más tristes. Se encontraba el maestro Rodrigo en plena composición de la obra y su mujer, embarazada del que sería su primer hijo, cayó gravemente enferma y tuvo que ser ingresada de urgencia en un hospital de Madrid. Los doctores anunciaban poco después al maestro que su mujer y su hijo iban a morir con casi completa seguridad. Después de oír aquello, el maestro Rodrigo regresó a casa, se sentó delante de su piano y compuso el principio del segundo movimiento. Finalmente Victoria viviría, pero perderían el hijo.
El segundo movimiento es un diálogo musical entre Dios y el compositor. Un diálogo que comienza con un precioso fragmento, un desconsolado paseo de vuelta a casa después de conocer la noticia, y el inicio de una lastimera oración a Dios, suplicándole que no se lleve las almas de su mujer y de su futuro hijo. Es un comienzo extremadamente lindo, capaz de llegar a cualquiera, de tan dulce que suena.
De repente, entra una guitarra, con voz propia, con los ojos llenos de lágrimas insistiendo en la petición a Dios, buscando su misericordia... pero la cuando llega la contestación de Dios (la orquesta), es para replicarle que, para que su mujer viva, su hijo deberá morir. Con tremenda tristeza y resignación, la guitarra acepta esa cruel condición que Dios impone y es entonces cuando se produce la ascensión del alma del nonato a los cielos, expresada en un sólo de guitarra en el que el maestro Rodrigo entrega el alma de su hijo para recuperar, al menos, el de su mujer. Me gusta creer que, el último minuto, representa el reencuentro del maestro con su mujer, la alegría que puede caber dentro de la tristeza de haber perdido al niño...
Escuchar el Adagio sabiendo esta historia, te hace emocionar aún más y apreciar la grandeza de la música clásica, que puede transmitirnos emociones aún sin conocer de antemano la historia que el compositor quería contar. Porque si hay algo que el Concierto de Aranjuez (y sobre todo su Adagio) consiguen, es llegar a los sentimientos de uno y despertar ese no sé qué que tenemos dentro y que reconoce la belleza, en este caso sonora, de las cosas. Os invito a que escuchéis ahora mismo ese Adagio, cerréis los ojos y os imaginéis ese diálogo que el compositor mantuvo con Dios en aquellos momentos.
Desgarrador y emocionante. Terroríficamente precioso.
[editar] Estreno
- 9 de noviembre 1940
- Regino Sainz de la Maza, Orquesta Filarmónica de Barcelona
- Palau de la Música Catalana, Barcelona
- Director: César Mendoza Lasalle
[editar] Enlaces externos
- http://www.joaquin-rodrigo.com/ Web oficial de Joaquín Rodrigo
- http://www.sgae.es/viewnot/cont.inm?instanceId=1090&tipoId=38 Nota de prensa de la SGAE sobre la preferencia de los japoneses por el Concierto de Aranjuez
- http://www.barbwired.com/barbweb/programs/rodrigo_concierto.html Página de Barbara Heninger sobre el Concierto de Aranjuez (en inglés)