Casino de Murcia
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El Casino de la ciudad de Murcia (España) es uno de los edificios más bellos y emblemáticos de la ciudad. Se encuentra en el centro tradicional de la misma, en la calle trapería, a medio camino entre la Plaza de Santo Domingo y la catedral.
A esta calle asoma la magnífica fachada ecléctica de principios del siglo XX, mostrando influencias modernistas e historicistas. A ambos lados de la puerta principal se abren las populares "peceras", que son salones de café con la particularidad de que uno de sus lados es un gran ventanal.
El edificio del casino empieza a tomar forma hacia 1852. Tiene una estructura asimétrica pues a lo largo de los años fueron comprando casas vecinas para ampliarlo.
Es una buena muestra de todas las corrientes artísticas que tejieron el siempre ecléctico siglo XIX. Se accede por un pequeño vestíbulo tardobarroco, cruzamos una puerta neoárabe de cristales de colores y ya estamos en el gran patio neonazarita. La decoración de Manuel Castaños requirió más de 20.000 láminas de pan de oro para ornamentar las paredes. Es un salón de doble altura (recorrido por una tribuna en la parte superior) que culmina en una bóveda estrellada de cristales, que es la parte más alta del edificio. La inscripción árabe que recorre todo el perímetro reza Nada más grande que Dios.
A continuación de este primer espacio encontramos la gran galería que vertebra el edificio. Es un pasaje cubierto por una bóveda de cristales, por lo que sobresale su iluminación. A un lado y a otro de esta galería cubierta se encuentran distintas dependencias. Una de ellas es la maravillosa biblioteca inglesa, hecha por una empresa irlandesa en 1913. Entrar en ella y admirar su tribuna superior de maderas talladas y los miles de volúmenes en encuadernaciones antiguas es trasladarse a otro tiempo. En la actualidad esta biblioteca contiene más de 20000 libros, reservados a socios e investigadores.
Otra dependencia destacable es el tocador de señoras, un elegante saloncito en cuyo techo encontramos pinturas con alegorías femeninas de la diosa Selene.
La galería central desemboca en el patio romano-pompeyano, de estilo neoclásico. El centro de este patio está ocupado por una magnífica Venus, escultura de José Planes, de los años 20, que se alza sobre un pedestal de mármol que muestra distintos episodios de la vida de Zeus. En un lateral de este patio tenemos el Salón de billar, y en otro un salón que recuerda el siglo XVIII francés.
Pero la joya del Casino de Murcia es, sin duda, el esplendoroso Salón de Baile, un gran espacio de doble altura digno de un palacio. Es de estilo neobarroco y se terminó en 1875. En los techos encontramos lienzos que presentan alegorías de la poesía, la pintura, la música y la arquitectura, así como retratos de murcianos ilustres como José Moñino Conde de Floridablanca (el que fuera ministro de Carlos III), el escultor Francisco Salzillo y otros. Sobre el suelo de parquet taraceado brilla el reflejo de las cinco arañas de cristal italiano que dan luz al salón con sus más de 700 bombillas.
La crisis de sociedades como el Casino, que posiblemente no supieron adaptarse a los tiempos que corren, provocó con el paso de los años un progresivo deterioro en el edificio, dada la dificultad de su conservación. Afortunadamente en la actualidad se encuentra en un completo programa de remodelación y restauración que devolverá, para dicha de todos los murcianos, el esplendor perdido en este maravilloso edificio.