Arsínoe IV

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Arsínoe IV (68 adC-41 adC) fue una de las últimas reinas de Egipto de la dinastía ptolemaica.

Era la cuarta hija de Ptolomeo XII Auletes, hermana por tanto de Ptolomeo XIII y de la famosa Cleopatra VII. Quiso un Egipto libre de Roma, mientras que su hermana mayor se negó.

Cuando su padre murió, el gobierno pasó a Ptolomeo XIII y a Cleopatra conjuntamente, pero Ptolomeo destronó a su hermana y esposa y le obligó a exiliarse a Alejandría. Cuando Julio César llegó a esta ciudad en 48 adC y se unió a las fuerzas de Cleopatra, Arsínoe escapó de la capital con su hombre de confianza, Ganímedes, uniéndose al ejército que comandaba Aquilas y tomando el título de faraona.

Pero tras enfrentarse Ganimedes y Aquilas, Arsínoe ordenó ejecutar a éste último, poniendo al primero al mando de las tropas. Ganímedes consiguió algunas victorias frente a los romanos, negociando con ellos el intercambio de Arsínoe por Ptolomeo, pero los romanos recibieron nuevos refuerzos y consiguieron derrotar definitivamente a los egipcios.

Fue amante del César y tuvo un hijo de éste, lo que en un principio la salvó de morir y fue enviada a Roma como prisionera, obligándosele a desfilar en el triunfo de César. Posteriormente se refugió en el templo de Artemisa en Mileto, en un intento de huir de su propia hermana Cleopatra, a la que temía. Y sus temores no carecían de fundamento, pues tras la muerte de César, Marco Antonio ordenó su ejecución, instigado por Cleopatra.