Baldaquino
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El baldaquino es una especie de templete formado por cuatro columnas que sostienen una cúpula o dosel plano y destinado a cobijar el altar cuando tiene posición aislada. De sus columnas y arquitrabes pendían en la Edad Media cortinas preciosas que en momentos dados (por lo menos, durante la consagración) ocultaban por completo el altar y los celebrantes de la vista del pueblo, práctica seguida en las iglesias de Oriente por medio del iconóstasis cuyas puertas se cierran en el acto más solemne de la celebración.
Se empezó a usar el baldaquino en el siglo XV y se ha seguido utilizando en las basílicas que imitan el estilo de las de Roma y en las bizantinas como la de San Marcos de Venecia. Cuando el altar se hallaba adosado se sustituía el baldaquino por una especie de dosel de telas o de madera pintada que desapareció cuando los retablos se hicieron de grandes dimensiones. Del dosel o baldaquino pendían objetos votivos, la cruz y la cajita con el Reservado. El baldaquino más notable en España se halla en la catedral de Gerona cobijando el altar mayor junto con su retablo de plata, obras ambas del siglo XIV.