Molly Malone
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Según la leyenda Irlandesa, en el viejo Dublín habitaba la buena de molly malone que iba por esas tortuosas calles pregonando "¡¡Mejillones y Berberechos frescos!!" empujando un carro por la zona portuaria de la urbe de Dublín. Todos los habitantes del barrio la tenian en gran estima y todos conocían a su familia que se había dedicado a la venta de pescado fresco desde siempre.
Un dia molly malone murió de fiebres en plena calle sin que se pudiera hacer nada por ella, una muerte prematura que fue el inicio de la leyenda que ha permanecido en forma de canción tradicional Irlandesa en la mente de todos, en cierto modo molly malone no ha sido olvidada por ningún Irlandés. Incluso en la calle Grafton Road de Dublín molly cuenta con una estatua a su memoria ataviada con su vestido y su carro donde vende berberechos y mejillones frescos. Aún a dia de hoy dicen que trescientos años después de su muerte su fantasma se pasea por las calles de Dublín.
[editar] La Canción de Molly Malone
La famosa canción es el himno no oficial de Dublín sobre la historia de este personaje , real o inventado, del siglo XVII. La canción fue compuesta al rededor de 1880 pro James Yorkston
En Bilbao hay un pub dedicado a este personaje llamado Molly Malone
'
In Dublin's fair city,
'where the girls are so pretty,
'I first set my eyes on sweet Molly Malone,
'As she wheeled her wheel-barrow,
'Through streets broad and narrow,
'Crying, "Cockles and mussels, alive alive oh!"
'"Alive-a-live-oh,
'Alive-a-live-oh",
'Crying "Cockles and mussels, alive alive oh".
'She was a fishmonger,
'And sure 'twas no wonder,
'For so were her mother and father before,
'And they each wheeled their barrow,
'Through streets broad and narrow,
'Crying, "Cockles and mussels, alive, alive oh!"
(chorus)
'Now I was a Rover,
'And sailed the seas over,
'So I bid my farewell to sweet Molly Malone.
'And as I was sailing,
'The wild wind was wailing,
'Crying, "Cockles and mussels, alive, alive oh!"
(chorus)
'She died of a fever,
'And no one could save her,
'And that was the end of sweet Molly Malone.
'Now her ghost wheels her barrow,
'Through streets broad and narrow,
'Crying, "Cockles and mussels, alive, alive oh!"
(chorus)
'